La
familia ha sufrido distintos cambios a lo largo de la vida, con ello las
costumbres y educación impartida a los hijos. Como anécdotas de nuestros padres
y abuelos, en alguna ocasión hemos escuchado que la educación antes era muy
rígida, antes por ejemplo se aplicaba un castigo severo si por alguna razón no
se les obedecía a los papás, y cuidadito con levantar la voz. Antes, como dicen
los abuelos y nuestros padres, se educaba con más disciplina.
El
concepto de disciplina erróneamente a veces nos remite a firmeza, autoritarismo
o una educación rígida. Sin embargo la disciplina se basa más en una cuestión
de hábitos y responsabilidad, orden y enfocado a un fin. Si la familia funciona
como un sistema, en este sistema debe existir un orden y ese orden deberá ser
impuesto por los padres hacia sus hijos, deberá existir la disciplina. Sin embargo también es necesario del afecto y la comprensión en la familia
para que cada miembro se sienta parte esencial y funcione íntegramente como
sistema.
Si
la familia funciona como un sistema, en este sistema debe existir un orden y
ese orden deberá ser impuesto por los padres hacia sus hijos, deberá existir la disciplina.
Debe
existir el respeto y amor ante todo
y la empatía para que se identifique el sentir e inquietud de quien este
presentando algún problema. Es importante la participación y apoyo de toda la
familia para que se logren los objetivos. Identificar la conducta que
signifique una causa de problemas es elemento clave, se deberá cambiar esta
conducta negativa por una positiva, y se aplicarán con respeto y disciplina las
normas y limites necesarios para educar asertivamente.
Identificar
la conducta que signifique una causa de problemas es elemento clave